Comencé a coleccionar discos alrededor de 2007 durante mis estudios para poder tocar y arreglar la música que tanto me conmovía en el club. Me convertí en DJ y todavía lo soy. La música electrónica me ha acompañado desde los años noventa y no puedo imaginar una vida sin música. Como DJ, literalmente tengo en la mano cómo se sentirá todo un club lleno de gente bailando cuando toque una determinada pista o cuando coloque el mismo sonido en otro lugar. Por un lado, se trata de la selección de las pistas adecuadas, pero también de la sincronización. En retrospectiva, por lo tanto, no me sorprende que la música también juegue un papel importante en mis clases de yoga y que muchos de mis estudiantes pregunten acerca de mis listas de reproducción.
+ Isa Wolff
+ 150 ginebras
Taquilla: Entrada gratuita